El ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria buscó acercar posiciones con el campo. «No se puede vivir abrazado eternamente a problemas del pasado», sostuvo.
El ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, participó del debate de candidatos organizado en La Rural, donde tendió puentes con el sector agrícola y buscó reducir los conflictos. «La economía argentina en los últimos 40 años ha tenido una enorme dependencia del sector agropecuario, queremos alivianar esa carga», sostuvo.
«En términos externos, cada momento de buenos precios internacionales o buenos niveles de producción tuvo fortaleza en términos de balanza comercial y de acumulación de reservas, le dio fortaleza fiscal al Estado; y cada momento de dificultad en términos de precios o de capacidad exportadora le trajo restricciones a la economía argentina», explicó.
«La mejor forma de que el sector deje de sentir presión, restricción o carga del resto de la economía argentina no está solamente apalancada en la idea de ver cómo vamos tomando medidas que después tienen que volver para atrás», afirmó el ministro.
Para Massa, «el desafío es ver cómo a este motor principal que tiene nuestra economía, que es el sector agropecuario, lo acompañamos con otros motores que le alivianen la carga, que permitan que el desarrollo sea equilibrado, que la carga impositiva sea equilibrada, sin prejuicios, sin dogmas, entendiendo que, en definitiva, el crecimiento del sector agroexportador argentino depende de que tengamos la capacidad de que otros sectores compartan el esfuerzo».
Además, el candidato le respondió a los dichos de Horacio Rodríguez Larreta, quien había planteado que las economías regionales pagaban demasiadas retenciones. «Son solamente seis, y a partir del 1° de septiembre ninguna economía regional en Argentina va a pagarlas», informó Massa.
«No vale todo en campaña. Es muy importante, para cambiar la credibilidad del sistema político argentino, venir y decir lo que uno puede hacer y no puede hacer. Consignas fáciles de repetir, lindas para la tele, sin correlato posible con las cuentas macroeconómicas son solamente pan para hoy y hambre para mañana», aseguró, en respuesta a las propuestas de otros precandidatos.
El ministro de Economía puso énfasis en su bien vínculo con el campo. «El agro nunca tuvo conmigo la dificultad de un enfrentamiento dogmático ni por prejuicio, porque tengo sentido práctico. Creo en el campo argentino como uno de los motores del crecimiento económico de la Argentina. Voy a trabajar como presidente para que ocupemos cada vez más lugar en los mercados alimentarios del mundo», expresó.
«Voy a trabajar al lado de ustedes como lo hice en estos 11 meses. Con caída del 50% de las exportaciones, en una enorme dificultad de pérdida, en provincias donde la sequía tuvo carácter definitivo, nunca dejamos de dialogar, de invertir ni de atender a un productor en emergencia», subrayó.
«No se puede vivir abrazado eternamente a problemas del pasado. Si uno se sienta a la mesa con la idea de que el otro lo quiere lastimar… yo no me siento así, y a lo largo de estos once meses en los que se predijeron tractorazos, camionetazos, y un montón de cosas por las situaciones de sequía y granizo. Nunca hubo ningún prejuicio sino la buena voluntad. No hay que tener miedo ni vergüenza de ponerse de acuerdo», concluyó el candidato.