El 4 de septiembre de 2014, después de pasar cuatro años en estado de coma, falleció el referente de Soda Stereo y uno de los genios de la música latinoamericana.
Gustavo Cerati murió después de permanecer cuatro años en estado de coma producto de un ACV que sufrió luego de un concierto en Venezuela, cuatro años antes. A pesar del profundo dolor de su partida, el artista se convirtió en un símbolo de la cultura popular argentina y es, sin dudas, uno de los más grandes músicos de la historia nacional.
Aquel día, a los 55 años, Cerati pasó a la inmortalidad con un extenso legado musical, pero dejó la sensación de que podría haber durado muchos años más de no ser por aquel fatal accidente cerebrovascular. Los fanáticos lo cantaron y lo seguirán cantando, ya que sus melodías son parte del repertorio diario de la música en Argentina.
Soda Stereo suena en cada rincón del país, Gustavo también. Su recorrido con la banda formada junto a Zeta Bosio y Charly Alberti conquistó al país y a toda Latinoamérica, incluso a otros corazones internacionales como los de Coldplay, quienes encabezados por su cantante Chris Martin lo homenajearon en reiteradas ocasiones durante sus pasos por la Argentina.
Cerati era una estrella multifacética, destacado como compositor, guitarrista y vocalista, reconocido por ser detallista en su trabajo e imponer su arte en cada canción.
Mente innovadora y brillante, que no temía experimentar y tomar nuevos riesgos, así sea en la electrónica o con su carrera como solista, que también lograba impregnar frases únicas en el imaginario popular. Arriba del escenario, llevaba una actitud desenfrenada “al calor de las masas” y guiaba al público por una experiencia de euforia musical, con una fuerte personalidad rockera que no perdía su sensibilidad pop.
Gustavo Cerati nació el 11 de agosto de 1959 en el barrio Palermo Chico, de la Ciudad de Buenos Aires. Sus padres, Juan José Cerati y Lilian Clarke, lo acompañaron durante su infancia en la pasión por los cómics y el dibujo, lo que despertó una mente creativa y artística.
La música despertó en él desde la adolescencia, con bandas del plano nacional e internacional como inspiración. Deambulando entre bandas y proyectos musicales a la par que estudiaba Publicidad en la Universidad del Salvador, su amistad con Zeta Bosio tuvo un cambio direccionado hacia la carrera musical.
Juntos conocieron a Charly Alberti a través de su hermana, Laura Cerati, y conformaron el trío que en primera instancia se llamó Los Estereotipos. En 1983, cuando el grupo ya había pasado a llamarse Soda Stereo, fueron invitados al programa de televisión “Música total” de Canal 9 y a partir de allí se dedicaron de lleno a la música.
Mientras las multitudes coreaban sus llamativos y artísticos versos, Cerati atravesó una vida agitada que tuvo todo tipo de idas y vueltas. A finales de los 80 estuvo casado con la diseñadora Belén Edwards, pero todo terminó apenas un año después. Volvió a casarse en 1993 con a modelo chilena Cecilia Amenábar, con quien tuvo a sus hijos Benito y Lisa, pero terminó con otro divorcio en 2002 y a partir de allí se desencadenaron relaciones por cortos plazos.
Luego de dar sus últimos recitales en la Argentina en 2009, sin saberlo todavía, Cerati continuó su gira por Latinoamérica con pasos por México, Chile, Perú, Uruguay, Estados Unidos y Colombia, hasta llegar a Venezuela.
El concierto presentaba el disco “Fuerza Natural”, el último de su autoría, con un show dividido en dos partes que el público jamás olvidará. El 15 de mayo de 2010, en Caracas, salió a tocar en el estadio de Universidad Simón Bolívar, como si fuera una de sus tantas presentaciones, pero el destino hizo que fuera su último recital.
Una vez finalizado el espectáculo, en los vestuarios, Gustavo sufrió una descompensación y, si bien permanecía consciente, no podía hablar ni mover su costado derecho. Fue llevado a la clínica La Trinidad de Caracas para hacerle unos exámenes. Dos días después fue operado y se informó que había padecido “un evento vascular isquémico con afasia de expresión” producto de un accidente cerebrovascular. A partir de allí, permaneció cuatro años en estado de coma.
En junio de 2010 fue repatriado a la Argentina, donde atravesó el extenso período en estado vegetativo hasta su muerte el 4 de septiembre de 2014 a causa de un paro respiratorio.