A poco de cumplirse dos décadas de la tragedia en Once, el pontífice mantuvo un encuentro con el excantante de Callejeros, el sobreviviente Luis Lamas y el percusionista Juano Falcone.

El papa Francisco recibió este martes en el Vaticano al sobreviviente de Cromañón Luis Lamas, al excantante de Callejeros Patricio Santos Fontanet y al percusionista de Don Osvaldo Juano Falcone, a poco de cumplirse 20 años de la tragedia.

Según reseñaron desde la organización de sobrevivientes y familiares de víctimas No Nos Cuenten Cromañón (NNCC), «aprovechando el cierre de la gira de Don Osvaldo en España y la visita a Roma de dos sobrevivientes de Cromañón, Luis Lamas y Patricio Santos Fontanet, con el percusionista Juano Falcone, los músicos le hicieron llegar el libro Voces tiempo verdad al papa Francisco, que los recibió en una reunión privada en la Casa de Santa Marta que tiene el Vaticano».

De acuerdo con el relato, «Francisco se mostró muy conmovido por la lucha que vienen sosteniendo los sobrevivientes durante casi 20 años».

«Mientras pasaba las páginas, Francisco nos dijo que el libro era muy importante para ejercitar la memoria, y contar lo que verdaderamente pasó en Cromañón», señaló Lamas desde Roma. «Cuando llegó al final, volvió a una foto de Estela de Carlotto en un acto de NNCC y se refirió a la presidenta de Abuelas con palabras de reconocimiento por su compromiso y la veracidad que aporta su presencia», añadió.

Durante la reunión, que duró más de una hora, Francisco contó que recordaba los hospitales que recorrió la noche del 30 de diciembre de 2004, las misas que ofreció para familiares y sobrevivientes y de las agresiones que recibió en la Catedral por interesarse por los músicos de Callejeros.

«Estaba muy interesado por conocer todas las actividades que realiza NNCC y que el libro haya sido presentado en todo nuestro país para mantener viva la memoria», detalló Lamas, y añadió: «Francisco sigue de cerca y con cierta preocupación todas las cuestiones a nivel social que están pasando en Argentina».

Antes de despedirse, el papa saludó con un beso y un abrazo afectuoso a los músicos y volvió a manifestar su compromiso y afinidad por la lucha que vienen sosteniendo los sobrevivientes, a los que también les envió un mensaje: «Les pido que nunca pierdan la ilusión».