El Tribunal de Disciplina le aplicó una sanción durísima al mandamás del club cordobés, por los incidentes en Mendoza con el árbitro Andrés Merlos en Copa América, y por intentar suspender las elecciones en AFA.

El presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, fue suspendido por el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por dos años para ejercer su cargo. La decisión se confirmó este jueves, cuando salió el fallo que se basó en el escándalo que protagonizó el mandamás cordobés con el árbitro Andrés Merlos, luego del partido contra Boca por la Copa Argentina. Además, se lo sancionó por «intentar suspender las elecciones de AFA».

En una guerra declarada entre el principal impulsor de las Sociedades Anónimas Deportivas, y la AFA comandada por Claudio Chiqui Tapia, el surgimiento de la sanción sorprendió al mundo del fútbol argentino. El vicepresidente de la T, Gustavo Gatti, también fue suspendido por seis meses por participar en la gresca en Copa Argentina y el club cordobés recibió una amonestación.

Entre otros actos, la AFA analizó los incidentes que protagonizó el dirigente cordobés tras el encuentro contra Boca por Copa Argentina con Merlos, quienes se enfrentaron en el vestuario a golpes de puño. También por intentar suspender la asamblea de AFA con una denuncia ante IGJ y sin previamente recurrir a los órganos del fútbol “violando los estatutos de AFA”.

El Tribunal de Disciplina, que encabeza el escribano Fernando Mitjans, basó su decisión en los artículos 32, 33, 248 y 253 del Reglamento de Transgresiones y Penas de la AFA, con especial énfasis en los artículos que regulan la suspensión de dirigentes que cometan actos inmorales o reprobables dentro y fuera de los estadios, y en aquellos que especifican el alcance total de la inhabilitación.

La eliminación de Talleres de Córdoba a manos de Boca, por los octavos de final de la Copa Argentina terminó en un escándalo que todavía afecta al club cordobés. Con un arbitraje polémico de Andrés Merlos, la derrota por penales con el Xeneize desembocó en el enojo del presidente Andrés Fassi, que increpó al juez en el vestuario tras el partido.

El reproche había sido el gol convalidado al Xeneize que debió ser anulado (en los 90 minutos el partido salió 1-1). Fassi había asegurado que Merlos fue quien lo agredió con un puñetazo y que le propinó una patada a Hugo Gatti, vicepresidente de la T.

La versión de Merlos indicaba que el presidente de la T se había apersonado con custodios, quienes supuestamente mostraron armas de fuego para amenazar a los referís, lo que desencadenó en una denuncia penal cruzada.