Con el objetivo de subsanar el déficit habitacional, la Universidad Nacional de La Plata junto a Astillero Río Santiago, trabajan en el desarrollo de un prototipo de impresora 3D de fabricación nacional que permitirá la construcción de viviendas.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) junto a Astillero Río Santiago (ARS) avanzan en el desarrollo de un prototipo de impresora 3D de fabricación nacional para la edificación de viviendas sociales con un sistema rápido, económico y de alta calidad.
«El proyecto tiene como objetivo lograr imprimir una vivienda completa de 60 metros cuadrados en aproximadamente 50 horas con sus divisiones internas y dejando espacios para las aberturas, estándares que actualmente se manejan en algunos países de Europa» se informó.
Por su parte, el equipo de Investigación y Desarrollo del ARS «presentó la estructura finalizada del pórtico de impresión de 6 metros de ancho y 11 metros de altura» que permitirá imprimir casas de ese ancho por el largo que se desee», y reportaron que «continúan trabajando en el desarrollo de los componentes electrónicos, mecánicos y eléctricos que requiere la estructura».
También informaron que desde la Secretaría de Producción de la Universidad, los equipos científicos ya están realizando los ensayos de laboratorio sobre la mezcla que utilizará el mortero cementicio.
«Con la implementación de este desarrollo se podrían reducir notablemente los tiempos que le lleva al Estado solucionar el enorme déficit habitacional», manifestó el vicepresidente Académico de la UNLP, Fernando Tauber, quien celebró que «si logramos tener decenas de impresoras de este tipo, se podría iniciar y terminar un barrio en pocos días”.
«Para ello requerimos el apoyo de la Provincia de Buenos Aires y en particular del Astillero, que sumarlo para mostrar que con conocimiento y sentido patriótico podemos aportarle soluciones al país en estos momentos difíciles», agregó.
Por su parte el presidente de Astilleros, Pedro Wasiejko, sostuvo que “tenemos gente formada en Argentina y comprometida con el proyecto. Es importante fortalecer una agenda común con la UNLP, pensar proyectos que asocien nuestra capacidad de producción con el conocimiento universitario”.
La #UNLP y @astilleroARS desarrollan juntos una impresora 3D para la construcción de viviendas sociales. Se trata del primer desarrollo de fabricación nacional con estas características 💪🏡https://t.co/khBZcSoQDX pic.twitter.com/PhqF9DYlKo
— UNLP (@unlp) February 27, 2024
“Las sinergias que se logran entre el Astillero y la UNLP, son claves para desarrollar experiencias como la que hoy presentamos, que al mismo tiempo puede derivar en otras iniciativas más grandes, involucrando a otros actores económicos y tecnológicos de la región”, remarcó la máxima autoridad del Astillero.
Durante la recorrida por el Astillero, Tauber destacó que la reunión «es el reflejo de una alianza estratégica y presentar este desarrollo es un paso fundacional que nos deja a las puertas de ser el primer y único país de América en construir viviendas de interés social a nivel nacional con impresoras 3D”.
Por último se indicó que el prototipo se trata de gran estructura en forma de pórtico con una dimensión de 6 metros de ancho y 11 metros de altura, montado sobre dos bogies que circulan sobre carriles paralelos entre sí, cada uno de los cuales cuenta con un brazo que se eleva en forma de tijera, y que se encuentran vinculados mediante la viga superior del pórtico.
Inserto en la viga superior hay un pico extrusor que, montado sobre un carro que la recorre de extremo a extremo, vierte la mezcla cementicia mientras que el mortero llega al pico extrusor mediante una manguera conectada a una bomba, en la que se mezcla y humecta el producto para la impresión.
De esta manera, para que la impresión de viviendas 3D sea posible se requiere una platea de hormigón como base para la casa; allí se instalan los rieles sobre los que luego se monta el prototipo del pórtico de impresión.
Mediante el uso de programas específicos para diseños en 3D, se realiza previamente un modelo de vivienda, que luego se traduce a un código que se utiliza para el control de movimientos, indicaron los responsables del proyecto que aseguraron que, «por las características de esta tecnología, no hay límites para el diseño».