Alejandro Heredia, Camila Dafne Seren y Pablo Kaplan, miembros de las fuerzas de seguridad, podrían ser imputados por «destrucción de medios de prueba» y hasta «encubrimiento».

Por la continuidad de la causa que investiga el atentado contra Cristina Kirchner, la jueza federal María Servini llamó a indagatoria a los responsables de la manipulación y reseteo de fábrica del teléfono de Fernando Sabag Montiel.

Los citados fueron el cabo Alejandro Heredia, de la Policía Federal y la principal Camila Dafne Seren y el subinspector Pablo Kaplan, de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La jueza los convocó para los días 26 y 27 de marzo, previos al fin de semana extra largo por Semana Santa y por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.

Si bien los términos de la imputación se darán a conocer al momento de la indagatoria, se barajan delitos desde «destrucción de medios de prueba» hasta «encubrimiento».

La investigación fue llevada a cabo por el difunto fiscal Federico Delgado, quien detectó, sobre una línea de tiempo que configuró la Gendarmería Nacional, que el atentado fue cometido a las 20.50 del 1° de septiembre de 2022, pero el teléfono de Sabag Montiel fue secuestrado el 2 de septiembre a las 00.23, casi tres horas y media después. Durante ese lapso permaneció en poder de Sabag Montiel.

Un testigo declaró que policías de la Federal intentaron abrir el teléfono en el lugar, pero no lo consiguieron y el aparato quedó «con la pantalla de color azul». Posteriormente, en el despacho de la jueza María Eugenia Capuchetti -a cargo de la causa por el intento de magnicidio-, hubo nuevos intentos de extraer la información del aparato, pero tras «varias horas» un experto en Ciberdelito de la Federal desistió.

El teléfono, según lo que dicen las actas, estaba apagado cuando fue guardado en la caja fuerte del juzgado, pero horas más tarde, cuando fue extraído de allí para enviarlo a los laboratorios de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) estaba encendido.

Así llegó a los laboratorios de Ezeiza, según explicaron los efectivos de la PSA, y allí los nuevos y fallidos intentos para extraer la información causaron el estado de «reseteo de fábrica».

La jueza Servini detectó que el aparato fue encendido en dos oportunidades al día siguiente, pero eso no fue consignado por los peritos de la PSA.