El Taladro superó por 1-0 al Fortín con un golazo de Rivera por la fecha 10 de la Copa de la Liga Profesional 2023, se escapó de la zona baja de la general y entró en puestos de clasificación. Los de Méndez dieron un paso atrás en la misma lucha y estarán atentos a otros resultados.
Banfield le ganó por 1-0 a Vélez este lunes en el José Amalfitani por la Zona A de la Copa LPF en otra final por la permanencia en la Primera División: el vencedor supo construir una actuación de menor a mayor, se llevó todo el premio merecidamente para alejarse del fondo de la tabla general y entrar transitoriamente a un lugar de clasificación asestándole a un Fortín que venía de sacar un gran punto en Rosario su primera derrota de local, que lo deja recalculando y pendiente de otros resultados con riesgo de volver al puesto de descenso.
El conjunto de Sebastián Méndez tuvo un arranque a pleno merodeando insistentemente el área de Facundo Cambeses y prácticamente impidiendo que los de Julio Falcioni llegaran a pisar los tres cuartos de cancha. En esos momentos, Elías Gómez metió un cabezazo en el travesaño, pero con el correr del trámite logró emparejar la visita e incluso estar más cerca de abrir el marcador.
El elenco del Sur también tuvo un tiro que rozó en horizontal gracias a Milton Giménez pasando la mitad de la etapa, y después Martín Cañete desperdició una chance clara por la intervención del Chila Gómez. En el inicio del complemento el partido siguió en la tónica favorable al Taladro, lo que comenzó a generar impaciencia en el público de Liniers.
Ignacio Rodríguez también tuvo una buena chance y en el recambio sacaron más ventaja los del Emperador con ingresos como el de Gerónimo Rivera, mientras que el Gallego volvió a meter mano con modificaciones que no hacía hace rato -entraron Gianluca Prestianni y Elías Cabrera- que tampoco lograron cambiar el destino errante del equipo.
Al final, llegó la justicia a los 32, cuando Rivera recibió, se recostó hacia la derecha y acomodó la pelota junto al palo izquierdo de Gómez. Golazo que le permitió a Falcioni hacer lo que mejor sabe, manejar los hilos en ventaja, y hundió a Vélez entre la impaciencia del público y la impotencia en el campo. No hubo más situaciones de peligro aunque sí emotividad con el correr de los minutos. Noche de angustia para el anfitrión y de desahogo para la visita.