Por primera vez, la totalidad de las naciones que conforman el foro fueron parte del encuentro, que se desarrolló en el Sheraton Buenos Aires Hotel.
Los presidentes y representantes de los distintos países que participaron de la cumbre de la CELAC firmaron un documento en el que acordaron una serie de compromisos para fortalecer a la región y avanzar en el proceso de integración latinoamericana.
Entre los acuerdos, se destacan los referidos a la recuperación económica post-pandémica; a la seguridad alimentaria y energética; a la estrategia estrategia sanitaria y a la cooperación en materia ambiental.
También hubo acuerdos referidos al abordaje del problema mundial de las drogas; la ciencia, tecnología e innovación para la inclusión social; transformación digital; la infraestructura para la integración; medidas referidas a la situación de las mujeres, entre otros temas.
“Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), reunidos en la Ciudad de Buenos Aires el 24 de enero de 2023, convencidos de la importancia que tiene este mecanismo intergubernamental de integración regional, de concertación, unidad y diálogo político para promover y proyectar a América Latina y el Caribe en el debate de los temas de la agenda global”, introduce el documento.
En el texto, los miembros de la CELAC se comprometieron a avanzar “con determinación” en el proceso de integración, “promoviendo la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural” de los pueblos, con el propósito de que América Latina y el Caribe “tenga plena conciencia de su proyección como una comunidad de naciones soberanas, capaz de profundizar los consensos en temas de interés común y contribuir al bienestar y desarrollo de la región, así como a la acuciante superación de la pobreza y las desigualdades e inequidades existentes”.
También de destacó la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en la II Cumbre de la CELAC celebrada en La Habana en enero de 2014 que reconoce a la región como una zona de paz y libre de armas nucleares en virtud de lo establecido en el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe y sus Protocolos.
Además los miembros remarcaron el compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos, la cooperación internacional, el Estado de Derecho, el multilateralismo, el respeto a la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, y la defensa de la soberanía, así como la promoción de la justicia y el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales;
En ese sentido se destaca que la democracia “es una conquista de la región que no admite interrupciones, de conformidad con el ordenamiento jurídico de los Estados, ni retrocesos”, y se reiteró el compromiso con la preservación de los valores democráticos.
Por último, en el documento se oficializó la Presidencia Pro Tempore entrante de San Vicente y las Granadinas, primer país del Caribe anglófono en asumir dicha responsabilidad.