Los restos fueron encontrados por un equipo internacional de científicos en la provincia de Guizhou, en el sur de China. Se trata de los restos del Dinocephalosaurus orientalis, un reptil acuático de cinco metros de largo del Triásico.
Un equipo internacional de científicos descubrió nuevos fósiles chinos de Dinocephalosaurus orientalis, un reptil acuático de cinco metros de largo del Triásico, que vivió hace 240 millones de años.
Con 32 vértebras del cuello separadas, el Dinocephalosaurus orientalis tenía un cuello extraordinariamente largo que se compara con el de Tanystropheus hydroides, otro extraño reptil marino del Triásico Medio que habitaba Europa y China, detalló la agencia Europa Press.
Ambos reptiles eran de tamaño similar y tenían varias características del cráneo en común, incluida una dentición tipo trampa para peces.
Sin embargo, el Dinocephalosaurus es el único que posee muchas más vértebras, tanto en el cuello como en el torso, lo que le da al animal una apariencia mucho más parecida a la de una serpiente.
Es evidente que el reptil estaba muy bien adaptado al estilo de vida oceánico, como lo demuestran las extremidades con aletas y los peces aún conservados en su estómago.
A pesar de las similitudes superficiales, el Dinocephalosaurus no estaba estrechamente relacionado con los famosos plesiosaurios de cuello largo que evolucionaron unos 40 millones de años que inspiraron el mito del monstruo del Lago Ness.
Los fósiles fueron descubiertos en la provincia de Guizhou, en el sur de China.
Nick Fraser, conservador de Ciencias Naturales de los Museos Nacionales de Escocia, dijo en un comunicado: «Este descubrimiento nos permite ver en su totalidad a este notable animal de cuello largo por primera vez. Es un ejemplo más del extraño y maravilloso mundo del Triásico que sigue desconcertando a los paleontólogos. Estamos seguros de que captará la imaginación de todo el mundo debido a su llamativa apariencia, que recuerda al mítico dragón chino, largo y con forma de serpiente».
El reptil fue identificado originalmente en 2003, pero el descubrimiento de especímenes adicionales y más completos, incluido uno completamente articulado, ha permitido a los científicos representar por primera vez en su totalidad a esta extraña criatura de cuello largo.
Investigadores de Escocia, Alemania, Estados Unidos y China estudiaron el fósil durante diez años en el Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de Pekín, parte de la Academia de Ciencias de China.
El artículo que describe al animal se publica íntegramente en la revista científica Earth and Environmental Science: Transactions of the Royal Society of Edinburgh.