En un video difundido en sus redes sociales, el primer ministro Netanyahu dijo que ordenó una amplia movilización de reservas y «devolver el fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido».
Los servicios de emergencias israelíes informaron que al menos 40 personas murieron y al menos 779 resultaron heridas. La parte palestina, en tanto, comunicó que hay al menos 161 fallecidos y 931 heridos por la respuesta israelí.
El gobierno de Israel afirmó este sábado que el país «está en guerra» tras el sorpresivo ataque por tierra, mar y aire de milicianos palestinos, que incluye la captura de soldados y civiles en localidades fronterizas, y aseguró que el movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, pagará «un precio sin precedentes».
«Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No en una operación, no son rondas de combates, es una guerra», indicó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un video difundido en sus redes sociales.
«Ordené, en primer lugar, que se desalojaran las comunidades en las que se habían infiltrado terroristas. Esto actualmente se está llevando a cabo. Al mismo tiempo, he ordenado una amplia movilización de reservas y que devolvamos el fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido. El enemigo pagará un precio sin precedentes», explicó el premier.
Los servicios de emergencias israelíes informaron que al menos 40 personas murieron y al menos 779 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales.
La parte palestina, en tanto, comunicó que hay al menos 161 fallecidos y 931 heridos por la respuesta israelí en la Franja de Gaza.
La nueva escalada de violencia comenzó con un lanzamiento masivo de cohetes desde varios puntos de la Franja de Gaza a partir de las 6:30 hora local (00:30 de la Argentina).
El portavoz del ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht, mencionó que al menos 2.200 cohetes fueron disparados, mientras que Hamas reivindicó el lanzamiento de 5.500 proyectiles.