Con un tanto de Manuel García a los 25′ del ST, el equipo de Junín venció 1-0 al «Ciclón», que aún no ganó en 4 fechas disputadas de la Liga Profesional de Fútbol

Con la mente puesta en la Copa Libertadores, en la que clasificó a octavos de final, San Lorenzo cuidó algunas piezas, puso a varios suplentes, pero le salió el tiro por la culata: perdió 1-0 ante Sarmiento y sigue sin sumar triunfos al cabo de 4 fechas en la Liga Profesional de Fútbol.

Si bien el equipo de Leandro Romagnoli tuvo con holgura mayor posesión de pelota al cabo de los 90 minutos (75% de tenencia), este aspecto no se tradujo en creación de peligro ante el arco rival. Por el contrario, el conjunto de Junín fue muy tiempista y se aborqueló muy bien defensivamente.

Las únicas oportunidades claras para San Lorenzo fueron por la vía aérea: un centro de Ezequiel Cerutti que no pudo conectar de cabeza Gastón Campi primero y de tijera Malcom Braida después. Y un tiro de esquina que cabeceó el ex Aldosivi.

Sarmiento apretó sus líneas, no dejó ni un hueco. Apenas una vez pudo el local crear peligro con la pelota al ras del piso: Iván Tapia sorprendió con un taco y habilitó a Cristian Tarragona, quien se vio ahogado por el arquero Lucas Acosta.

El equipo dirigido por Israel Damonte casi que olvidó el área del debutante Mateo Clemente, el arquero de 21 años de la cantera que “Pipi” Romagnoli decidió estrenar para cuidar a Facundo Altamirano y ante el desgarro de Gastón Gómez.

Joaquín Gho, único atacante de Sarmiento, la toco apenas un par de veces. Lo que no hizo San Lorenzo fue tratar de esperar un poco a su rival para ver si así lograba desarmar el bloque defensivo. El “Ciclón” pecó de tozudo, siguió presionando, pero no hallaba ni una hendija por donde penetrar.

Lo pudo haber salvado Cristian Ferreira, quien casi clava un golazo de tiro libre de no ser por una atajada fantástica de Lucas Acosta. Hasta que vino el baldazo de agua helada: en la única chance de gol de Sarmiento, Manuel García sacó un remate de derecha que fue inatajable para Clemente.

Desesperado porque aún no ganó, San Lorenzo insistió, plagado de cambios (Remedi, Leguizamón, Herazo). Lo perdió dos veces abajo del arco en la misma jugada y exhibió su enemistad con el gol, aspecto que está pagando caro en el torneo local.