Tal como ocurrió el miércoles, este jueves el Congreso continuó vallado y rodeado de móviles, camiones hidrantes y cordones de la Policía Federal.

La Cámara de Diputados retomó este jueves el debate del proyecto de Ley Ómnibus impulsado por el Gobierno en un Congreso que nuevamente fue vallado y rodeado de camiones hidrantes y cordones de efectivos de seguridad, como parte del protocolo ordenado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para evitar manifestaciones.

Pese al mismo, cientos de manifestantes se concentraron de forma pacífica en inmediaciones del Congreso para expresarse en contra del proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la libertad de los Argentinos, tal como ocurrió durante la primera jornada de debate en la que se registraron cacerolazos.

En este contexto, la Policía Federal avanzó sobre las ciudadanos y agrupaciones autoconvocadas que se encontraban sobre la Plaza Congreso, sin interrumpir la circulación, empujando, golpeando y arrojando gases lacrimógenos y retirándoles banderas y pancartas.

Un hombre que participaba de la manifestación fue herido por efectivos policiales y debió ser socorrido tras sufrir un sangrado, mientras aguardó durante varios minutos la llegada de la ambulancia del SAME, imposibilitada por el protocolo.

«La Policía de manera innecesaria arrebató contra la gente, dando garrotazos. Este muchacho ligó algún golpe en la cabeza. Por lo que vi, el filo del escudo le provocó la herida», relató otro hombre que se encontraba a metros del herido.

Más tarde, la Gendarmería se sumó al accionar de la Policía y reprimieron a los manifestantes que se encontraban sobre la vereda, respetando la normativa impuesta por Bullrich. Además, recurrieron a balas de gomas, bastones, gas lacrimógeno y despliegue de motos para intentar expulsar a la gente de la zona.

Con el correr de las horas, el número de protestantes aumentó considerablemente, sumándose un gran número de vecinos y jubilados. «¿Cómo no nos vamos a poder manifestar? Esto es una provocación», reclamó una mujer.

Trabajadores de prensa también fueron víctimas de la violencia de la Policía, sufriendo algunos cortes, heridas y golpes mientras desarrollaban su trabajo.

Los diputados del Frente de Izquierda, Myriam Bregman y Nicolás del Caño, se acercaron a acompañar a los manifestantes y anunciaron que ingresarían al Congreso para pedir una reunión con todos los jefes de bloque para exigir la suspensión de la sesión en la Cámara baja y el freno de la represión.

Luego se sumaron algunos de los diputados del bloque de Unión por la Patria que recibieron golpes por parte de las fuerzas de seguridad. Minutos antes, el presidente del bloque, Germán Martínez, había solicitado en el recinto un cuarto intermedio para que se atienda la represión que ocurría afuera. Sin embargo, fue votado y rechazado por la mayoría.

La diputada Cecilia Moreau le señaló a C5N que «el operativo de seguridad es desmesurado». «Hay que seguir sesionando pero en un marco de tranquilidad en la calle. No se puede estar adentro con la tensión de que haya acá un muerto o un herido grave», sostuvo.

De esta manera, se reiteró el accionar elegido este miércoles, durante la primera sesión, en el que militantes de izquierda denunciaron ante la prensa haber recibido «palazos» y «gases» por parte de las fuerzas de seguridad. Además, cuatro mujeres que se encontraban sentadas frente al Congreso y cantando el Himno Nacional como parte de la protesta, fueron llevadas detenidas y liberadas esta mañana.