Boca Juniors igualó sin goles en Ecuador frente a Independiente de Valle e hizo negocio en la ida de playoffs de CONMEBOL Sudamericana. El Xeneize no lució demasiado, pero contó con las chances más claras para llevarse el encuentro y encaminar la serie.
En la previa, Boca llegó con muchas bajas por un error de inscripción, jugadores cedidos a los Juegos Olímpicos con Argentina y una lesión de Edinson Cavani, por lo que debió armar un once con varios juveniles.
El partido comenzó desfavorable para los dirigidos por Diego Martínez, avasallados en los primeros minutos por un conjunto ecuatoriano que asediaba el arco de Chiquito Romero jugando por afuera, sobre todo con Arroyo e Ibarra. Las chances vinieron con remates desde afuera en los primeros minutos que inquietaron a Romero, pero no lo exigieron demasiado y el arquero controló.
Le costó a Boca entrar en partido y todo cambió con un tiro libre a favor tras una falta cometida a Lucas Janson cerca del área. Quien ejecutó fue Ceballos, que hizo volar al arquero Moisés Ramírez para desviarla al córner. Y a partir de ese momento empezó un lapso de superioridad del Xeneize.
La pelota comenzó a dividirse y el dominio de los primeros minutos de Independiente del Valle llevó a un equilibrio y pelota dividida en los últimos minutos de la primera mitad. Pero en esos momentos fue que Boca contó con dos situaciones que le hicieron entender que podía quedarse con el partido. Un desborde de Jabes Saralegui terminó con un buscapié para Di Lollo, que no logró conectar y la chance se esfumó. Y minutos después, la chance de gol más manifiesta: una genialidad de Merentiel para tirar una pared con Janson y un mano a mano definido de zurda apenas afuera.
En la segunda mitad, como es lógico en la altura de Quito, hubo un repliegue de los visitantes. Diego Martínez movió el banco para reacomodar piezas y le dio ingreso a Mateo Mendía para armar una línea de cinco y cubrirse. Independiente del Valle, sin embargo, logró inquietar, aunque sin éxito. Y en el interín Boca tuvo la más clara del partido, que se vislumbraba que se iría sin goles.
Un error de Richard Schunke en la salida de Independiente del Valle dejó mano a mano a Merentiel contra el arquero Moisés Ramírez. Y el uruguayo, sin estar fino como en otros encuentros, pateó al cuerpo de un arquero que logró desviarla.
Boca se quedó sin mucho aire pero logró manejar con oficio los últimos minutos, en los que no sufrió. Y Martínez incluso se dio el gusto de efectivizar el regreso del «Changuito» Zeballos después de 281 días de lesión. El Xeneize se lleva a Buenos Aires un gran empate que lo posiciona como favorito para clasificar a octavos de final, pero con el sabor agridulce de no haber ganado el encuentro.