El Lobo le ganó 2-1 al Guapo con los goles de Nicolás Colazo y de Yonathan Cabral en el Tomás Adolfo Ducó por la fecha 10 de la Copa de la Liga Profesional y le sacó seis puntos de ventaja a Huracán.

Gimnasia venció 2-1 a Barracas Central con los goles de Nicolás Colazo y de Yonathan Cabral en un duelo plagado de polémicas en el Tomás Adolfo Ducó por la fecha 10 de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional y le sacó seis puntos de ventaja a Huracán, el último de la Tabla Anual, al menos hasta que enfrente a Argentinos Juniors.

Los de Leonardo Carol Madelón alcanzaron la línea de los 44 puntos en la general y se despegaron del fondo de la tabla. Con 14 en este torneo, se ubica con las mismas unidades que Colón, Vélez e Instituto en el cuarto lugar de su grupo. Volverá al Bosque para recibir a River tras cinco encuentros sin perder este domingo a las 18.30.

Por su parte, los de Sergio Rondina suman 45 en la anual y perdieron otra vez tras la goleada 3-0 sufrida contra Independiente. Jugarán otra final ante Huracán el lunes 30 a las 21 en el mismo Ducó.

El Lobo no dejó acomodarse a nadie en el partido y madrugó a su rival. A los tres minutos de juego, el ex volante de Boca aprovechó el fallido remate de Eric Ramírez para adelantar a su equipo en el marcador.

Inmediatamente, el trámite del encuentro se volvió dinámico, intenso y de un constante ida y vuelta que presentó a ambas referencias de ataque con oportunidades inmejorables para modificar el resultado antes de los 20 minutos de juego.

Con un visitante mucho más claro en su planteo y en la elaboración de las jugadas, llegaría el segundo del Lobo por intermedio del uruguayo Matías Abaldo, pero comenzarían las polémicas en el Ducó. Fernando Echenique llamó a Andrés Merlos por una supuesta falta de La Perla sobre Iván Tapia y el juez principal, a instancias del VAR, lo anuló.

Antes de que finalice la primera etapa, aparecería Andrés Desábato para impedir lo que el arbitraje no podría hacer luego de una gran consecución de pases de los de Madelón. El charrúa tuvo revancha, pero no la supo aprovechar. Del otro lado, Domínguez no podía cumplir con la famosa ley del ex.

En el complemento, el local arrinconó más con empuje que con fútbol a su contrincante y provocó que Tarragona se vistiera de arquero a contramano de sus cualidades de goleador. Aún así, la victoria del Tripero seguía siendo justa.

Y reapareció la polémica. Merlos pitó un dudoso penal en favor del conjunto del Huevo Rondina tras una supuesta falta de Germán Guiffrey que el capitán Tapia cambiaría por gol. Echenique no llamó a su compañero en esta oportunidad y siguió el juego. 1-1.

Pero como sucedió en el amanecer del partido, el Lobo sorprendió a su rival casi desde el saque de la mitad de la cancha y volvió a ponerse en ventaja. Hizo justicia por mano propia y gracias a un certero cabezazo del zaguero Cabral vistiéndose de Leonardo Morales, se llevó tres puntos claves que después Durso supo defender.