El presidente de Astillero Río Santiago, Pedro Wasiejko, junto con Marcos Actis, presidente de ‘VENG Argentina’ firmaron un convenio que permitirá realizar las tareas de recuperación del banco de motores que esta empresa opera en el Centro Espacial Punta Indio de la Conae

Para el Astillero, este acuerdo es sumamente importante porque permite colaborar activamente con el programa espacial que tiene nuestro país y que es un importante punto de lanza en el desarrollo científico y tecnológico.

VENG es la contratista principal de la Conae para el desarrollo del lanzador satelital Tronador II.

Luego de años postergado, un nuevo impulso para su desarrollo, construcción y primeras pruebas de vuelo tiene hoy el cohete Tronador, el primer vehículo espacial argentino que permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilogramos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.

Ese es el ambicioso plan que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG, que en octubre de 2022 –como informo AgendAR– recibieron financiación para avanzar en el lanzador argentino de satélites Tronador II, construir la nave y realizar las primeras pruebas de motores en 2026.

El desarrollo y la fabricación del Tronador II forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE, que a su vez se enmarca en el Plan Espacial Nacional. De concretarse esta meta, el cohete podrá situar a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino.

El presidente Alberto Fernández remarcó la importancia que tiene Argentina en materia espacial al remarcar que “ser uno de los pocos países que fabrica y pone satélites en órbita nos debe llenar de orgullo” y adelantó que “estamos trabajando sobre la máquina propulsora de satélites”, en referencia al desarrollo del Tronador.

El proyecto contempla el desarrollo del lanzador Tronador II-250 (TII-250) y de los prototipos TII-70 y TII-150, cohetes impulsados con oxígeno líquido y kerosene como combustible, que serán los modelos utilizados para realizar los ensayos y servirán para poner a prueba los motores que llevará a bordo el lanzador final, Tronador II-250.

El contrato que suscribieron el año pasado la CONAE y VENG demandará una inversión de casi 10.000 millones de pesos que serán destinados al desarrollo del primer prototipo TII-70 y la planificación del Tronador II-250 a lanzarse para 2030 desde la base espacial Manuel Belgrano.