El presidente electo, que obtuvo el 58% contra el 37% de Sandra Torres, la candidata de la élite empresarial, denunció que «hay una persecución política en curso que se lleva a cabo por medio de las instituciones y fiscalías y jueces que han estado cooptados corruptamente».

El presidente electo de Guatemala, el progresista Bernardo Arévalo, ratificó su promesa de recuperar la confianza en la democracia, al celebrar un amplio triunfo electoral desde fuera de la estructura de poder visto como un castigo a una elite gobernante acusada de corrupción.

Pese a la gran ventaja de Arévalo sobre su adversaria y ex primera dama Sandra Torres en el escrutinio, la atención rápidamente viró hacia si el presidente electo podrá asumir el cargo, en medio de esfuerzos de la Fiscalía General de revocar la personería jurídica de su partido.

Con el 100% de los votos contados, Arévalo, líder del Movimiento Semilla, obtuvo el 58% contra el 37% de Torres, que disputaba su tercer balotaje. Los resultados oficiales aún deben ser certificados por las autoridades electorales del país centroamericano.

Arévalo, de 64 años, contó que el presidente saliente, el derechista Alejandro Giammattei, lo llamó para felicitarlo y le dijo que ambos comenzarían a planificar la transición al día siguiente de que sean certificados los resultados del balotaje.