Este año la peregrinación contó con la presencia del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Jorge Ignacio García Cuerva, que caminó junto a los fieles todo el trayecto hasta Luján, en un hecho que sucede por primera vez en la historia, ya que nunca antes un arzobispo porteño había hecho a pie el recorrido.
Cientos de miles de personas se movilizaron este sábado n la 49° Peregrinación Juvenil a Luján, que partió desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hasta llegar el domingo a la Basílica de Luján, en la provincia de Buenos Aires, en una caminata de más de 60 kilómetros que cuenta con un operativo especial de apoyo.
Este año la peregrinación contó con la presencia del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Jorge Ignacio García Cuerva, que caminó junto a los fieles todo el trayecto hasta Luján, en un hecho que sucede por primera vez en la historia, ya que nunca antes un arzobispo porteño había hecho a pie el recorrido.
En tanto, el clima electoral no estuvo ajeno en la peregrinación, y usuarios de la red social X compartieron imágenes de la presencia de carteles que acompañaban el camino con escritos tales como «El pueblo ama a las Malvinas. Milei las odia»; «El pueblo ama al papa Francisco. Milei lo odia»; y «El pueblo ama a Maradona. Milei lo odia», debido a declaraciones públicas del candidato a presidente de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei.
Pasadas las 10 se dio inicio formal a la procesión, si bien en las primeras horas de la mañana ya muchos asistentes empezaron a congregarse frente a la iglesia y otros a emprender la caminata hacia Luján; incluso desde anoche hubo peregrinos de Morón e Ituzaingó que partieron por avenida Rivadavia.
En la mañana de este sábado, el párroco del santuario de San Cayetano, Lucas Arguimbau, fue el encargado de bendecir la salida de la Virgen, que fue cargada por cuatro jóvenes de una parroquia del partido de La Matanza.
«Unidos, ayudándonos unos a otros, acompañándonos en el camino, tratando de llegar juntos a la meta. Al igual que hace 49 años, te lo pedimos a vos madre, que seguís acompañando el camino de nuestro pueblo», dijo el religioso y los fieles gritaron ¡»Viva la virgen!».
Esa imagen peregrina de la Virgen fue bendecida hace 10 años por el Papa Francisco.
En diálogo con Télam, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, aseguró que la peregrinación «se vive con este anhelo profundo de pedirle a María que nos dé fuerza para unirnos. Claro, en un año, digamos, difícil».
«El otro día haber escuchado lo que es el índice de pobreza, que no es solamente una cifra, sino que para quienes pateamos la calle son rostros concretos de hermanos que la están pasando muy mal», añadió el arzobispo que presidirá la tradicional misa de las 7 en el altar levantado en la plaza ubicada frente a la basílica.
Por la cantidad de asistentes, las autoridades restringieron la circulación de autos sobre la avenida Rivadavia y desde General Paz hacia la provincia de Buenos Aires, con un importante operativo de tránsito y policial.
Al costado de la avenida, cientos de vendedores ambulantes buscaban ganarse el día y vendían productos especiales para la ocasión, como gasas, curitas, gafas de sol y hasta talco para los pies.
Con el lema «Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos», se convocó a los asistentes a llevar una pequeña vela para encender a la medianoche del sábado en la ruta con el objetivo de «iluminar las intenciones de todos y cada uno de los argentinos», aseguraron los organizadores.
Para asistir a los caminantes en un día frío, pero soleado, el Arzobispado de Buenos Aires preparó más de 60 puestos sanitarios con 6.000 servidores en esos puntos, mientras que la Cruz Roja Argentina dispuso de 11 puestos sanitarios a lo largo de la ruta provincial N° 7 y AySA montó un operativo especial de asistencia con agua potable para todos los fieles que participen de la procesión con 4 puestos de hidratación y 13 camiones.