Tres economistas elaboraron un informe que reveló que las empresas europeas estuvieron más protegidas que los trabajadores frente al impacto de la inflación.
Economistas del Fondo Monetario Internacional afirmaron que casi la mitad del incremento de la inflación en los dos últimos años en Europa se debe «al aumento de los beneficios empresariales» ya que las empresas «subieron los precios más de lo que lo hicieron los costos de la energía importada”.
El análisis surge de un estudio titulado “Las perspectivas de inflación en Europa dependen de cómo absorban los beneficios empresariales las subas salariales” que fue elaborado por los economistas Niels-Jakob Hansen, Frederik Toscani, Jing Zhou.
En el documento, los economistas recordaron que tras la disparada de costos de importación que generó la guerra entre Rusia y Ucrania, en octubre del 2022 la inflación en Europa alcanzó un máximo del 10,6% y las empresas descargaron en los consumidores más de lo que representaba este aumento directo de los costos. “Desde entonces, la inflación ha retrocedido hasta el 6,1% en mayo, pero la inflación subyacente -una medida más confiable de las presiones subyacentes sobre los precios- se ha mostrado más persistente”, detallaron.
“El aumento de la inflación hasta la fecha refleja principalmente el incremento de los beneficios y de los precios de importación, siendo los beneficios responsables del 45% de las subidas de precios desde principios de 2022. Los costos de importación representaron alrededor del 40% de la inflación, mientras que los costos laborales supusieron el 25%. Los impuestos tuvieron un impacto ligeramente deflacionista”, detallaron.
El informe también explica que las empresas europeas estuvieron más protegidas que los trabajadores frente a la inflación ya que mientras los beneficios de las empresas «se situaron en torno a un 1% por encima de su nivel anterior a la pandemia en el primer trimestre de este año», los salarios de los trabajadores “se situó en torno a un 2% por debajo de la tendencia».
Según los especialistas, “ahora que los trabajadores exigen subas salariales para recuperar el poder adquisitivo perdido, es posible que las empresas tengan que aceptar una menor participación en los beneficios si quieren que la inflación siga en camino de alcanzar el objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo para 2025, según las previsiones de nuestro último informe Perspectivas de la economía mundial (WEO)”.