En el día que recordamos el nacimiento de Luis Alberto Spinetta, y que por tal motivo se celebra el Día del Músico, me permito arriesgar que casi todos hoy se consideran músicos. Unos porque pasan música (aprietan un botón y dicen que tocan, afirmó Pappo alguna vez) y otros, después de aprender dos o tres canciones de Karaoke.

La culpa no solamente es del chancho, sino de los que le dan de comer. Porque el público, aquellos que milagrosamente no se consideran músicos, siempre prefieren a los que cantan «los éxitos del momento», en lugar de apoyar a las bandas y músicos que estudian, que leen, que se esfuerzan, que hacen sus propias canciones, que organizan sus shows sin una estructura detrás y que tocan por el placer de brindar lo mejor en cada presentación, sin poner el dinero por adelante.

¿Los músicos deben tocar gratis? No, no es lo que estoy diciendo, pero si tocás solamente para ganar guita, entonces la música se convierte en un mero producto comercial. Y la música es otra cosa.

 

Marcelo Rivero