El proyecto de cooperación busca recuperar su valor patrimonial y cultural al antiteatro que está ubicado en el corazón del Bosque de La Plata.
El gobernador Axel Kicillof y el intendente Julio Alak firmaron un acuerdo de cooperación que permitirá avanzar con la recuperación del anfiteatro «Martín Fierro» del Paseo del Bosque de La Plata. Del encuentro también participó la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout.
La intervención tendrá como objetivo recuperar el valor patrimonial y el proyecto cultural del histórico espacio, reconvirtiéndolo en un espacio de fomento de la cultura y el arte.
La iniciativa busca brindarles a los platenses y los bonaerenses un sitio para el disfrute de actividades artístico-culturales, además de un espacio verde público para la recreación al aire libre adyacente a la sala.
Cabe destacar que el Teatro del Lago cuenta con una capacidad para 2.065 espectadores al aire libre, con la opción de utilizar su amplio escenario como una sala cerrada. También posee un pórtico monumental que permite el acceso del público desde el espacio verde al sector de plateas, vinculando todo el conjunto a través de una circulación conformada por pérgolas en forma de herradura.
El anfiteatro «Martín Fierro» fue construido con el objetivo de convertirse en sede de las temporadas de verano del Teatro Argentino y su inauguración tuvo lugar el 18 de noviembre de 1949, con una función nocturna en conmemoración del 67º aniversario de la fundación de La Plata de la que participaron Juan Domingo Perón y María Eva Duarte de Perón.
La obra estuvo a cargo del arquitecto Albertoli, de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas bonaerense, respondía al estilo monumental y neoclásico recreativo de la época -al igual que la mayoría de los edificios platenses-, y fue concebida como reserva natural y con fines de esparcimiento y promoción cultural.
Desde su presentación, se convirtió en un escenario clave en la programación veraniega del Teatro Argentino y de otros espacios artísticos de la ciudad y formó parte de la copiosa obra pública y de la propuesta cultural de enorme valor impulsada por el entonces gobernador de Buenos Aires, Coronel Domingo A. Mercante.
Al incendiarse el edificio del Teatro Argentino el 18 de octubre de 1977, los cuerpos artísticos, la administración y las secciones de peluquería, maquillaje, sonido e iluminación se instalaron en el anfiteatro.