Efectivos impidieron que las agrupaciones piqueteras realicen ollas populares y cortes frente al edificio del Ministerio de Capital Humano contra el desabastecimiento de comedores, además del rechazo al congelamiento de los montos de programas sociales.

Más de 500 organizaciones sociales encabezaron este viernes una jornada nacional de protesta con «al menos 500 cortes en todo el país» en reclamo de alimentos, mientras el Ministerio de Capital Humano respondió que la ayuda «irá directo a los comedores» para «terminar con la extorsión».

En la ciudad de Buenos Aires, efectivos de la Policía Federal se enfrentaron con los manifestantes e impidieron que reclamen por asistencia alimentaria para comedores y merenderos comunitarios, intentando aplicar en todo momento el «protocolo antipiquetes» implementado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Las mismas comenzaron a las 10 con concentraciones en distintos puntos de acceso a la Ciudad y con epicentro en la Avenida 9 de Julio, específicamente en el Obelisco porteño, y en el edificio de Juncal y Carlos Pellegrini, sitio donde instaló sus oficinas la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.

Sobre como se iniciaron los incidentes, el líder del Polo Obrero (PO), Eduardo Belliboni, explicó que «la policía se metió entre los manifestantes tirando gases, golpeando gente y le pedimos que retiren la fuerza porque acá no hay nadie haciendo violencia, acá están miles de personas ejerciendo un derecho, el de manifestarse».

La misma escena se repitió en Mar del Plata, Tucumán, Córdoba y distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, como la Panamericana y la Ruta 197 en Tigre; en la rotonda de Lavallol en Esteban Echeverría; en las puertas del shopping Plaza Oeste, en La Plata; y en la intersección de la Ruta 4 y la Ruta 8, entre otros puntos.

La jornada nacional de protestas fue convocada para reclamar «asistencia para comedores comunitarios» y en rechazo al «congelamiento de los salarios» y de los montos en los planes Potenciar Trabajo, bajo la consigna «La emergencia alimentaria no puede esperar más. Basta de ajuste«.