Karina Milei y Santiago Viola, apoderados de La Libertad Avanza, hicieron una presentación judicial en la que acusan que la fuerza de seguridad militar cambió los resultados de las actas. La justicia electoral autorizó hoy a los fiscales de LLA a acompañar el seguimiento de las urnas.
A menos de cinco días que se realice el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, La Libertad Avanza denunció fraude electoral y por el cual solicitó custodia especial de las urnas para el próximo domingo 19 de noviembre. En ese contexto, la jueza María Servini, con competencia electoral, autorizó a fiscales de la fuerza libertaria a acompañar el seguimiento de las urnas.
La presentación judicial fue presentada por Karina Milei y Santiago Viola, apoderados de LLA, donde consideran que hubo “trampa” y “fraude” en la que estaría involucrada la Gendarmería Nacional para “alterar los resultados” en las actas, en complicidad con jefes regionales y a cambio de dinero.
Según detallaron, la Gendarmería se llevó las urnas en numerosos distritos, tiró a la basura el acta firmada por las autoridades de mesa y los fiscales de todas las fuerzas, y reemplazó esas actas por otras en las que, supuestamente, se perjudicó a Javier Milei.
“Y aquí aparece la Gendarmería Nacional Argentina. En ese momento, durante un tiempo, el necesario, cambian el contenido de las urnas y la documentación por otras que modifican a favor del partido gobernante y de Sergio Massa, lo cual altera considerablemente el resultado electoral”, se lee en la presentación judicial formulada por La Libertad Avanza a la jueza, pero que no está respaldada por ningún elemento probatorio.
Según los libertarios, las irregularidades se dieron en mesas porteñas, en la provincia de Buenos Aires, Chaco, Tucumán, a las que señalaron como “las provincias más beneficiadas por los planes sociales”, sumado a Santiago del Estero, La Rioja, Jujuy, Santa Cruz, Formosa y “seguramente en otras dos provincias”.
Para ello, la fuerza liderada por Milei propuso que sus fiscales custodien las urnas hasta el centro de cómputos y que cuando las urnas y bolsines lleguen a las oficinas de correo, se bloqueen las puertas y ventanas, “y cualquier otra abertura”, y que “los fiscales podrán custodiar las puertas todo el tiempo que las urnas permanezcan en él”. El juzgado que preside Servini debió aclararle al armado liberal que eso está permitido y previsto desde siempre.
En ese mismo contexto, la jueza recordó que las actas no van dentro de la urna sino en un bolsín que el Correo Argentino sella delante del presidente de mesa con un precinto inviolable, donde se coloca el padrón, el acta de escrutinio, los votos recurridos e impugnados y las actas complementarias. Es decir, Gendarmería sólo custodia, pero no toca los bolsines ni la urna.