La ceremonia se llevó a cabo en la parroquia Virgen de Caacupé, ubicada en la barrio 21-24, y fue convocada por el Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares luego de que el candidato a presidente llamara al Sumo Pontífice un «jesuita que promueve el comunismo» y un «representante del maligno en la Tierra».

El Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares llevó a cabo una masiva misa en desagravio al papa Francisco luego de que el candidato presidencial de Libertad Avanza, Javier Milei, llamara al Sumo Pontífice un «jesuita que promueve el comunismo» y un «representante del maligno en la Tierra».

La misma se desarrolló en la parroquia Virgen de Caacupé, ubicada en la barrio 21-24, de Barracas en la Ciudad de Buenos Aires y es presidida por el obispo Gustavo Carrara. Desde temprano, miles de fieles se hicieron presentes en el lugar para presenciar la misa y expresar su repudio a los insultos del líder libertario.

«Hacemos esta misa en apoyo al Papa, que tiene una prédica a favor de la amistad social y donde no haya descartados y olvidados, mensaje por el cual recibe agravios e insultos», señaló Carrara al inicio de la misa que es celebrada por una veintena de curas.

También estuvieron presentes los ministros de Cultura, Tristán Bauer, y de Defensa, Jorge Taiana; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; los diputados Eduardo Valdés y Daniel Arroyo; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; uno de los referentes de la Utep, Esteban «Gringo» Castro; el cosecretario de la CGT Pablo Moyano, el judicial Julio Piumato, referentes sindicales de gremios como Camioneros, Ladrilleros, Foetra; de organizaciones como ATE y la CTA y de organismos de DD.HH.

Días atrás, el padre José María «Pepe» Di Paola, coordinador de Los Hogares de Cristo, afirmó al momento de realizar la convocatoria que «es un ataque a la ley católica, a la doctrina social de la iglesia. Prácticamente dice que la doctrina social de la Iglesia es una mierda porque justamente apunta a la justicia social». También defendió la «presencia del Estado» en los barrios populares.

«Estamos cansados con los insultos, los agravios. Entiendo que alguien pueda decir ‘Pienso distinto a Francisco’, pero de ahí al insulto, al agravio, han pasado los límites. La gente nos dice: ‘¿Ustedes no van a decir nada de este tipo que está diciendo semejante barbaridades de nuestro Papa?'», señaló en diálogo con FM la Patriada.