En un operativo en Rosario, Córdoba y Bahía Blanca y el microcentro porteño, el organismo de control investigó a compañías que no estaban habilitadas para realizar esas operaciones comerciales.

El titular de la Dirección General de Aduanas, Guillermo Michel, aseguró que a través de un operativo conjunto con otras dependencias del Estado pudieron encontrar 176 empresas que hicieron importaciones falsas por 400 millones de dólares, a partir de maniobras realizadas en el periodo de julio de 2020 a julio de 2022.

«El mecanismo consistió en simular importaciones utilizando documentación y falsas SIMIs, un antiguo sistema de declaración de importaciones, con el único objetivo de fugar divisas al exterior», explicó el funcionario.

El Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) fue sustituido en octubre de 2022 por el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).

Michel señaló que «detectamos a 176 empresas que hicieron importaciones truchas y que giraron al exterior 400 millones de dólares y que nunca trajeron la mercadería del país».

Durante el operativo, se realizaron unos 50 allanamientos simultáneos en 18 bancos, 8 estudios contables y 25 sociedades ubicadas en el microcentro porteño y en las ciudades de Rosario, Córdoba y Bahía Blanca.

El procedimiento se enmarca en la causa 452/23 que se lleva adelante en el Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 2, a cargo del juez Pablo Yadarola, y del titular de la Fiscalía Nacional en lo Penal Económico N° 6, Jorge Dahlrocha, que fue iniciada a partir de una denuncia de Aduana en febrero último.

«En los bancos encontramos toda la documentación en los estudios contables. Tenían cerca de 70 teléfonos con chips descartables para hacer llamadas telefónicas, además de documentación de importancia y de las computadoras y documentación digital», agregó Michel.

La investigación inició a partir de un cruce sistémico efectuado por la Aduana, comparando los giros de divisas autorizados por los bancos con las importaciones que nunca efectuaron las firmas presuntamente involucradas.

Los giros se efectuaron a 146 firmas estadounidenses de cuestionable conformación, fundamentalmente LLCs radicadas en Delaware y La Florida, que están vinculadas a argentinos.

En el caso de algunos estudios contables y jurídicos, se armaban las empresas y en otros ofrecían aumentar la capacidad económico financiera a quienes giraban las divisas.

«Muchas de las empresas allanadas», señaló la DGA, «eran cáscaras pues no tenían empleados, ni capacidad económica y financiera para realizar los giros».

Además, una gran cantidad de las mismas no estaban habilitadas como importadores o exportadores, sino que fueron incluidos en la base de usuarios de comprobantes apócrifos y creadas sólo para realizar este tipo de conducta ilícita.