El Xeneize se entonó tras seis partidos sin ganar en los noventa con un 3-0 con goles de Blondel, Janson y Benedetto al Ferroviario en Santiago del Estero, pensando en tomar envión de cara a la ida con Palmeiras.
Boca visitaba a Central Córdoba en Santiago del Estero, por la quinta fecha de la Copa de la Liga en la Zona B, inmerso en un ambiente de creciente inquietud. A dos partidos de la ida con Palmeiras por las semifinales de su ansiada Copa Libertadores -antes deberá enfrentar a Lanús-, los seis encuentros sin ganar en los noventa y las tres derrotas al hilo en el torneo local comenzaban a pesar. Pero el Xeneize lo resolvió con altura, fue de menor a mayor y se llevó una goleada por 3-0 para demostrar -y demostrarse- que está vivo.
En el primer tiempo le costó hacer pie al conjunto de Jorge Almirón. Pese a que la peligrosidad del Ferroviario brillaba por su ausencia, tampoco hacía gala de ella la visita, que en el primer tramo del desarrollo solo avisó con un mano a mano que Cristian Medina definió alto. Eso sí, pasada la media hora el Xeneize tuvo su momento de asedio. Medina se topó con el arquero y Miguel Merentiel con su falta de puntería en la misma jugada; también se lo perdió increíblemente Lucas Janson al controlar cuando debía rematar y luego sacar un tiro defectuoso.
Pero en el complemento llegaría el desquite visitante, mientras ya se especulaba con los cambios que venía pensando Almirón. A los tres minutos, Exequiel Zeballos se llevó todas las marcas por derecha y en cuanto pisó el área Lucas Blondel lo asistió al hueco, para que definiera bajo y al segundo palo.
El vendaval azul y oro continuó, y Merentiel se topó con Mansilla y el palo, hasta que a los 14 tuvo revancha Janson al recibir por izquierda de Ezequiel Fernández con lugar para acomodarse y definir a colocar al segundo palo, para que su primer gol en Boca fuera un golazo. Ya con doble ventaja, los de La Ribera pudieron relajarse y comenzar a rotar nombres, más allá de que su desaceleración le dio trabajo a Chiquito Romero con un tiro libre del ingresado Pulga Rodríguez y un intento de Cristhian Ocampos.
Al final, para redondear la gran noche de Boca, también se sacó la espina Darío Benedetto cuando cabeceó al arco y Gustavo Canto pareció despejar de cabeza en la línea, pero el VAR convalidó lo visto por Pablo Echavarría en el campo de juego y decretó el marcador final a los 47. Recuperación para los de Almirón y nuevo cachetazo para los de Omar De Felippe, que siguen muy cerca de la poblada lucha por la permanencia.