El Xeneize no tuvo piedad con el equipo venezolano y lo propinó una paliza 4-0 como local gracias a los goles de Weigandt, Barco y Vázquez por duplicado. Bruno Valdez vio la roja en el primer tiempo.
Gracias al talento y empuje de los pibes, Boca aplastó 4-0 a Monagas y selló su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores como líder del Grupo F. Una Bombonera repleta gritó con alma y vida los goles de Marcelo Weigandt, Valentín Barco y de Luis Vázquez, quien se destapó y marcó por duplicado en una noche redonda.
Obligado a ser protagonista por estar jugando en su cancha bajo el aliento de más de 50 mil hinchas, el Xeneize manejó los hilos del partido apenas saltó al campo de juego y buscó rápidamente la conquista que le asegurara el primer puesto en su grupo.
A los cinco minutos, Martín Payero se escabulló entre la zaga del conjunto de Maturín tras un pelotazo lejano de Jorge Figal y estuvo cerca de quebrar la paridad. Más tarde, el que intentó fue Cristian Medina con un puntazo desde afuera del área que se fue besando el poste derecho del arquero Jorge Roa. La visita respondió con un remate de Andrés Romero que alertó a Sergio Chiquito Romero y al propio Jorge Almirón en el corralito.
Al cuarto de hora, el VAR acaparó el centro de la escena: Valentín Barco quedó mano a mano, fue derribado en el área y el juez Andrés Matonte sancionó penal. Sin embargo, después de ver al lineman y analizar la jugada en la pantalla a un costado de los bancos, revirtió su fallo por posición adelantada.
Luego de esa situación, el encuentro cayó en una meseta -con un toqueteo intrascendente en el círculo central- y recién se activó a los 30 minutos después de que Marcelo Weigandt reventara el poste con un cabezazo furibundo tras un tiro de esquina.
En el mejor momento de Boca en la etapa inicial, Bruno Valdez se excedió verbalmente con el árbitro y vio la segunda amarilla en tan solo unos segundos. Se fue cabizbajo, observado por Juan Román Riquelme desde su palco.
El hombre de menos no le impidió al conjunto de La Ribera seguir manejando la pelota y buscar el 1-0, que llegó sobre el cierre de los primeros 45 minutos por medio de la aparición sorpresiva de Weigandt, quien capitalizó en el área un centro-remate de Payero.
En el complemento, la roja a Abdiel Arroyo le abrió los caminos a Boca para que aumentara la diferencia en el marcador. Y eso sucedió: después de un frentazo al poste de Miguel Merentiel, Valentín Barco le puso el broche de oro a una gran combinación con Frank Fabra: el Colo entró a toda velocidad a zona de peligro, clavó su derechazo contra un rincón y se trepó al alambrado para festejarlo con los hinchas.
Las últimas dos conquistas de la noche llegaron por medio de Vázquez, quien saltó a la cancha pasada la media hora y se destapó tras una larguísima seguía. El delantero entrerriano aprovechó las fisuras de la defensa de Monagas, calibró la mira y se despachó con un doblete para darle forma a la paliza 4-0. Que pudo haber sido mucho más holgada si no era por el arquero Jorge Roa, figura en la visita con cuatro atajadas a puro reflejo.
Con este aplastante resultado, Boca cerró su Grupo F como líder (está como tercer mejor primero) y llega envalentonado a los octavos de final de la Copa Libertadores, aunque Almirón sabe que harán falta un puñado de refuerzos de jerarquía para ir por el máximo objetivo. Ahora, a esperar el sorteo de la próxima instancia y seguir soñando.