El candidato de Unión por la Patria expuso una a una las contradicciones de su competidor de La Libertad Avanza. Massa controló sus emociones y puso en evidencia el nerviosismo de Milei.

Sergio Massa desplegó la estrategia y la táctica con absoluto control, puso a Javier Milei contra las cuerdas y lo dejó sin aire con golpes certeros. Desde el toque de la campana del debate presidencial de cara al balotaje del 19 de noviembre, el candidato de Unión por la Patria tomó el centro del ring para nunca más soltarlo. Ya en la presentación, Massa salió del lugar que tenía reservado y caminó hacia la cámara. En cambio, Milei se mostró nervioso y apoyado en el atril.

Dicen que un gesto vale más que mil palabras, y Sergio Massa dominó los gestos, las palabras y los movimientos a la perfección. Con un absoluto control, ya en el primer eje de Economía desplegó sin titubeos su plan: poner a Milei a la defensiva y exponer una a una sus contradicciones. “¿Vas a dolarizar sí o no?, ¿vas a quitar los subsidios sí o no?”, ¿vas a cerrar el Banco Central, sí o no”, inquirió al libertario sobre sus propuestas de campaña. El candidato de La Libertad Avanza mostró nerviosismo y dejó a flor de piel sus mentiras.

Desde ese primer momento, Milei quedó en una posición defensiva de la que nunca más pudo salir. Su muestra de nerviosismo se evidenció cuando también hizo cargo de la inflación a Mauricio Macri, su actual socio político.

En el debate sobre la economía, Milei no pudo sacar ventajas, aún con números que no son los mejores en el actual gobierno. Massa lo llevó a su terreno y casi que lo obligó a exponer su plan económico que consta del cierre del Banco Central, la dolarización y el fin de los subsidios.

Ya en el eje de Relaciones de Argentina con el mundo durante el debate que se llevó a cabo en la Facultad de Derecho de la UBA, Sergio Massa expuso con total transparencia el verdadero pensamiento de Milei respeto a la soberanía de Malvinas. El candidato de La Libertad Avanza reafirmó su admiración por quien fuera la primera ministra británica durante la Guerra de Malvinas, Margaret Thatcher. “Ha habido grandes líderes de la historia y la señora Tatcher lo fue”, afirmó Milei sobre quien ordenó el hundimiento del ARA General Belgrano el 2 de mayo de 1982, donde murieron 323 argentinos.

En ese momento, Massa enfatizó que «Thatcher es una enemiga de Argentina, ayer, hoy y siempre, y nuestros héroes son una figura innegociable».

«Defiendo la soberanía de Malvinas. Sería importante que digas si los kelpers tiene derecho a la autodeterminación o no. Es importante que los argentinos sepan si vas a defender o no Malvinas», cruzó Massa al candidato de La Libertad Avanza.

Con un gran dominio de sus emociones, Massa expuso con soltura y mirando a la cámara (por ende, a los argentinos a los ojos), mientras que Javier Milei no logró mirar a la cámara ni hilvanar un discurso, en cambio mostró una oratoria entrecortada y por momentos deshilachada.

Las propuestas de Milei naufragaron en las aguas de su desconocimiento de lo público, en cambio Massa evidenció el manejo de lo estatal, pero con la impronta de nuevas miradas de políticas públicas, que no requieren dinamitar todo tal como plantean desde La Libertad Avanza.

Otro momento en donde Milei se mostró contra las cuerdas fue durante el eje de Seguridad, cuando reconoció que «es bueno» lo que su rival Sergio Massa hizo en esa materia cuando fue intendente de Tigre, pero opuso objeciones en cuestiones de justicia y sistema carcelario.

Por ejemplo, propuso cambios en el Código Penal y la Justicia federal y criticó el juicio político a la Corte Suprema de Justicia que se tramita en la Cámara de Diputados.

En el eje de Derechos Humanos y Convivencia Democrática fue donde Milei se sintió más cómodo, enumerando con una lección estudiada de memoria algunos aspectos de la historia argentina que endilgó al peronismo.

Sin embargo, uno de los puntos culmines del debate llego durante el mismo eje temático, cuando Massa apuró a Milei con un mano a mano: “Esto no es entre Macri y Cristina, es entre vos y yo”. Además, Massa insistió en su llamado a un gobierno de unidad como parte de la convivencia democrática.

El cierre del debate fue una elipsis del comienzo, con un Sergio Massa seguro y distendido caminando el escenario al responder por qué quiere ser presidente: “Quiero ser presidente para superar esta crisis que nos ha tocado vivir a los argentinos”.

En cambio, Javier Milei volvió a quedarse en el atril, y entonces sí miró a la cámara para hablar de la “casta chorra” e instó a los argentinos a “votar sin miedo para elegir el modelo de la libertad”.

En definitiva, para saber el efecto del debate presidencial en el voto de los argentinos y argentinas habrá que esperar al balotaje del 19 de noviembre, pero lo que sí quedó claro es que Sergio Massa propone el fin de la grieta mientras que Javier Milei la quiere agigantar.