La provocadora mención de la “motosierra” como marketing de campaña publicitaria, que entusiasma a un importante número de jóvenes, encierra en su esencia idealista un egoísmo atroz y un especial desprecio por la vida.

Por Ernesto A. Gómez

El liderazgo de la Libertad Avanza, está asociado a un atractivo social más por la irradiación de su estilo épico y chillón en la escena política que por la materialización de las acciones. Al menos eso parece cada vez que su principal exponente intenta explicar en los medios la práctica de la teoría económica que esbozan y que implementarían en un hipotético futuro gobierno. La irrupción de la dupla Milei-Villarruel, lo deja más que claro cada vez que presenta en público su plataforma electoral.

Sin duda, la unión entre el neoliberalismo y el neoconservadurismo en la argentina ha experimentado una nueva (?) corriente política que vino a descolocar al conjunto de la dirigencia, la que estaba un tanto distraída con disputas internas. Se sabe que la plaga Milei, está empecinada en generar cambios estructurales y, como consecuencia de ello, capaz de llevar al País a una nueva hecatombe como ocurrió hace veinte años.

En ese sentido, ni la Cultura se salva de la ambiciosa máquina de destruir que buscan imponer si tomaran el poder. Se sabe que en la controvertida Alemania de Hitler, Goebbels solía decir: “cuando escucho la palabra cultura hecho mano a la pistola”. Grave y contundente como las palabras de los libertarios cuando dicen que en su gobierno, “No habrá Ministerio de Cultura”.

La provocadora mención de la “motosierra” como marketing de campaña publicitaria, que entusiasma a un importante número de jóvenes, encierra en su esencia idealista un egoísmo atroz y un especial desprecio por la vida. Incluso, decirlo atenta contra su propio concepto. Sin embargo, en la cotidianidad, cuando hablamos de cultura, solemos pensar en un concepto mucho más amplio, una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad…de una comunidad determinada.

Ya habíamos tenido que soportar intentos de desbaratar su verdadero significado cuando quisieron convertirla en otra cosa: el gobierno macrista, que endeudó al país en 2017, supo tener a Pablo Avelluto como ministro de Cultura, quien lejos de pensar a la misma como una herramienta que pudiera permitir al ser humano tener la capacidad de reflexionar sobre sí mismo y ser capaz de discernir valores y nuevas significaciones, en efecto, era entendida como un producto capitalista sujeto a las leyes de oferta y demanda del mercado que, como sabemos, todo tiene precio y nada tiene valor. El doble rol de este personaje en modo funcionario y gerente de la editorial Estrada, lo afirmaba. Aunque a decir verdad, los libertarios, con semejante anuncio, se fueron al pasto. Sus dichos, aluden ideas ilusorias y autoritarias de las que no se vuelve.

Por otro lado, el abandono de la militancia territorial, la inflación interanual descomunal y la desesperación del gobierno por implementar beneficios “por única vez”, hacen frotar las manos de falsos profetas. Tal es así que los libertarios hasta se animan a desafiar la política de derechos humanos que fuera columna vertebral del proyecto político más importante de los últimos 20 años, queriendo invertir en este caso, el rol de la víctima y victimario.

Es que el gobierno, lejos de re-significar la política de derechos humanos, como una herramienta valiosísima para eliminar las desigualdades sociales, las ignora. Sinó no se entiende la falta de comprensión al no considerar la ausencia de los alimentos de los sectores postergados como un derecho vulnerado que hay que atender con suma urgencia. Sobre todo, de aquellos que siguen esperando y no les queda resto porque aún se les sigue pidiendo un esfuerzo más.

Mientras tanto, la Libertad Avanza, vende su alma al diablo en nombre de un inminente triunfo en primera vuelta para el próximo mes de octubre. El lobby de los Fondos de Inversión –de sus amigos íntimos- también se ponen contentos porque no tienen inconvenientes en absorber deuda argentina. Después de todo, saben cómo cobrársela a futuro. Las experiencias de la crisis reciente, no las enseñaron cuando el costo de semejante caos recayó en los sectores menos protegidos económicamente.

Hay una evidencia palpable en el discurso neofascista ultra liberal que confunde y divide las aguas en la política nacional: como la gran mayoría de la sociedad argentina no habla en clave económica, ni si quiera para comprender lo que sucede con la economía social, es que la mentira en boca de la ultraderecha, ofrece una solución a partir de una supuesta dolarización que entusiasma a quienes menos la comprenden. Porque, quien es entendido en la materia, sabe que se trata de una mentira a gran escala.

Por eso, la verdadera cultura que admiran con extrema vehemencia verbal, es aquella que solo tiene lugar para una sociedad ínfima de la argentina en la que unos pocos tienen mucho y donde muchos tienen muy poco. Cicerón, nos dice que “la verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”.

Por ello -y sin ningún prejuicio- es necesario también que en los diferentes niveles de responsabilidades, cada uno vaya marcando posición de qué lado está en este nuevo contexto histórico, para que los sectores que históricamente vivieron empobrecidos sepan con quien van a contar en momentos en que el futuro de la patria está otra vez en juego y donde hay un gueto de locos ricachones pidiendo un derrotero atroz a nivel nacional que los quiere marginar más de lo que están.

 

Lic. Ernesto A. Gómez

Docente y militante peronista

 

Colaborá con lo que puedas para que sigamos creciendo:

Alias INFO.ENSENADA.COM