Lanzado en Octubre de 1973, Artaud fue acreditado como el tercer y último disco de Pescado Rabioso por cuestiones contractuales, pero fue elaborado y grabado por Luis Alberto Spinetta como solista, quien a su vez recurrió a la colaboración de su hermano Gustavo Spinetta, Rodolfo García y Emilio del Guercio, estos dos últimos ex compañeros de Spinetta en Almendra.

Corría 1973. Después de la separación de la seminal banda Almendra, del lanzamiento de un álbum solista y de llevar ya dos años y dos discos con Pescado Rabioso, Luis Alberto Spinetta se sentía harto. Tal como le sucedió al escritor francés Antonin Artaud. “El Flaco” estaba harto de la pose de estrella de rock, de la banalidad, de las drogas, de la nula espiritualidad y de la poca profundidad de las relaciones humanas. En medio de todo ese hartazgo nació el álbum “Artaud”.

Spinetta tenía una idea muy establecida acerca del futuro de su música, quería llegar a un punto de sublime lírica y complejidad.

Pero esa idea de ir mucho más allá no era compartida por los miembros de Pescado Rabioso (Juan Carlos “Black” Amaya, Osvaldo “Bocón” Frascino, Carlos Cutaia y David Lebón), quienes buscaban un sonido más cercano al R&B. Esto llevó a la decisión de tomar caminos separados.

Sin embargo, “El Flaco” todavía tenía que cumplir con su parte del contrato con la discográfica Microfón, con quienes había acordado tres discos, así que decidió quedarse con el nombre de Pescado Rabioso. Spinetta defendía la idea de que la banda y sus canciones eran suyas, y que sus compañeros eran meramente músicos acompañantes.

Así lo explicó el baterista Black Amaya: “Él empezó a perfilarse para otro lugar, una mano más arreglada tipo lo que después fue Invisible. A lo último escribía un tema y yo no lo entendía; estaba leyendo mucho a Artaud, Rimbaud. Primero se fue Cutaia, después David y después yo. El Flaco se quedó solo, sentado en una butaca de la sala Planeta, se sintió abandonado porque quería seguir tocando con Pescado, y me dijo que no iba a tocar nunca más conmigo. Como se quedó solo y quedaba pendiente grabar un disco más con Microfón, grabó ‘Artaud’ con los temas que tenía para Pescado Rabioso; cuando escuché ‘Artaud’ me quería matar”.

 

El cúmulo de las situaciones por las que él estaba atravesando y la búsqueda introspectiva por la tranquilidad, derivaron en la creación del que es considerado el mejor álbum de rock argentino: “Artaud”. Una dedicación directa al poeta francés creador del Teatro de la crueldad, pero no a manera de coincidencia de pensamiento, sino a manera de remedio.

“Antes que nada quiero aclarar que yo le dediqué ese disco a Artaud pero en ningún momento tomé sus obras como punto de partida”, aclaró Luis sobre el título en el libro “Spinetta: Crónica e iluminaciones” de Eduardo Berti (1988). “El disco fue una respuesta –insignificante tal vez– al sufrimiento que te acarrea leer sus obras. La idea del álbum era exponer la posibilidad de un antídoto contra lo que opinó Artaud”.

En 1973 la Argentina transitaba un momento político complejo, con una dictadura militar que había llamado a elecciones, con las efímeras presidencias de Héctor Cámpora y Raúl Lastiri, hasta la llegada de Juan Domingo Perón. Pero la vuelta de la democracia no había calmado el clima tenso que se vivía en el país. En ese contexto, Spinetta decidió volver a casa de sus padres y refugiarse en los suyos. Se mantuvo inmerso en la lectura de dos libros, especialmente “Heliogábalo o el anarquista coronado” y “Van Gogh: el suicidado por la sociedad”, ambos de Antonin Artaud.

Como una especie de ceremonia íntima, compuso todas las canciones él solo, al menos de manera musical, ya que para la parte lírica de algunas de ellas recurrió a la persona más cercana, Patricia Salazar, su pareja, con quien hizo un ejercicio de soltar palabras sin relación entre ellas: sólo palabras bellas que conjugaran con la música. Esto se puede percibir en canciones como “Todas las hojas son del viento”, pero principalmente en la canción “Por”. Sin buscarlo crearon una serie de imágenes surrealistas que crean una narrativa hermosamente poética.

Sin sus compañeros originales de Pescado Rabioso, Spinetta recurrió a músicos en los que él confiaba plenamente para la grabación del álbum: por una parte su hermano, Gustavo Spinetta en la batería, y dos de sus antiguos compañeros de Almendra: Rodolfo García y Emilio del Guercio.

Todos ellos en conjunto brindaron una sonoridad especial al álbum sin caer en ningún género en específico, aunque este sea considerado “rock”. Canciones como “Cantata de Puentes Amarillos” (inspirada en Van Gogh) o “Cementerio Club” son claros ejemplos de esto.

Todas las personas que estuvieron cerca de Spinetta en ese momento coinciden en destacar el carácter personal, “íntimo” y hasta “casero”, que tuvo la elaboración del álbum: “una ceremonia privadísima de Luis Alberto”, dijo el periodista Miguel Grinberg. Fue “un período egoísta”, declaró Spinetta en el programa de televisión “Elepé” dedicado a “Artaud” y relacionó ese momento con el “nuevo proyecto de vida” que significaba su pareja con Patricia Salazar, su alejamiento de las drogas y volver a su casa. “Volví a la casita de los viejos, también tiene algo de eso”, contó Luis.

Lanzado en octubre de 1973 y conformado por nueve temas, con una duración de 36 minutos, el álbum pasea entre la lírica y acústica del folk, el dinamismo del jazz, la tradición del blues, la ensoñación de la psicodelia y el estruendo del progresivo. El rock, para Spinetta, era más un estado de conciencia.

El arte de tapa merece un párrafo aparte. Para esa época, un álbum con tales características no tenía cabida en las disquerías… literalmente. “Artaud” no cabía en los estantes debido a su particular forma.

El diseño original fue creado por Spinetta y el diseñador Juan Gatti. El disco no es cuadrado. El empaque del LP de la primera edición, tiene forma octagonal irregular de cuatro puntas, con un fondo verde manchado de amarillo. En el frente se muestra una foto de Artaud viejo, mientras que atrás una foto similar de Artaud joven.

En el interior un sobre, que a manera de prescripción médica buscando remedio, contiene la lista de los temas, una cita de Artaud, una dedicatoria a él y una aclaración sobre la integración de Pescado Rabioso.

“¡Tuve unas luchas!… Me pedían de rodillas: ‘Te la hago de oro, pero cuadrada’. Y yo les contestaba: ‘¡Nooo!, Ahora que me la aceptaste, no te vuelvas atrás. Pensá que estás sacando un disco muy original y chau’. Las disquerías devolvían los discos porque las tapas se doblaban”, contó Spinetta.

“Artaud” fue presentado el 26 de octubre de 1973 en el Teatro Astral de Buenos Aires. “El Flaco”, acompañado sólo por su guitarra, mostró al público su más reciente creación junto a algunos temas tanto de Almendra como de los primeros discos de Pescado Rabioso, y algunos inéditos.

En los intermedios de la presentación se proyectaron algunos cortos y películas mudas como “Un perro andaluz” y “El gabinete del Dr. Caligari”, mientras sonaba “The Dark Side of The Moon” de Pink Floyd y “War Heroes” de Jimi Hendrix.

De lo más destacado de este evento, no fue exclusivamente el acto en sí, sino un texto entregado por Spinetta a cada uno de los asistentes a la presentación, el ya mencionado manifiesto llamado “Rock: música dura. La suicidada por la sociedad”.

En este manifiesto, Spinetta expone su propia definición y concepción del rock, y su rechazo a la banalidad y a los excesos de los rockeros. “El que recibe debe comprender definitivamente que los proyectos en materia de rock argentino nacen de un instinto. Sólo en la muerte muere el instinto. Por lo tanto, si éste se mantiene invariable, adjunto a la condición humana a la que necesitamos modificar para reiluminarnos masivamente, quiere decir que tal instinto es la vida”.

“El Rock no es solamente una forma determinada de ritmo o melodía. Es el impulso natural de dilucidar a través de una liberación total los conocimientos profundos a los cuales, dada la represión, el hombre cualquiera no tiene acceso”.

“El Rock muere sólo para aquellos que intentaron siempre reemplazar ese instinto por expresiones de lo superficial, por lo tanto lo que proviene de ellos sigue manteniendo represiones, con lo cual sólo estimulan ‘EL CAMBIO’ exterior y contrarrevolucionario. Y no hay cambio posible entre opciones que taponan la opción de la liberación interior. El Rock no ha muerto”.

Lista de temas

«Todas las hojas son del viento»
«Cementerio Club»
«Por»
«Superchería»
«La sed verdadera»
«Cantata de puentes amarillos»
«Bajan»
«A Starosta, el idiota»
«Las habladurías del mundo»

Músicos

Luis Alberto Spinetta: Guitarras, maracas, platillos, piano y voz.

Carlos Gustavo Spinetta: Batería en Cementerio Club y Bajan.

Rodolfo García: Batería, cencerro y coros en Superchería y Las habladurías del mundo.

Emilio del Guercio: Bajo y coros en Bajan, Cementerio Club, Superchería y Las habladurías del mundo.